Unos terroristas se han hecho con el control de determinadas instalaciones y es necesario el desembarco de fuerzas para recuperar las posiciones y lograr que estos comandos retrasen su posición a una zona controlada. Es la premisa en la que se lleva trabajando desde hace más de una semana por parte de diferentes unidades de la Flota, dentro del ejercicio anfibio Gruflex-61, diseñado para que los buques, la Infantería de Marina y las aeronaves amplíen su nivel de adiestramiento, a través de un escenario ficticio en el que es necesario planear y ejecutar una respuesta a una crisis.
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Para ello se han realizado diferentes acciones como en Cartagena, el mar de Alborán o Baleares, pero ha sido esta madrugada en el campo de El Retín (Barbate), donde se ha procedido a realizar la mayor acción conjunta a través de un desembarco de la fuerza, que se prolongará durante todo el día. Un ejercicio en el que participan entre otros el buque anfibio portaaeronaves 'Juan Carlos I', el buque de asalto anfibio 'Galicia', las fragatas 'Blas de Lezo', 'Numancia' y 'Victoria', los cazaminas 'Segura', 'Sella', 'Turia' y 'Duero', diferentes unidades de la Fuerza de Acción Marítima y alrededor de 1.200 Infantes de Marina del Tercio de Armada. Además de unidades de la Marina portuguesa.
De esta manera, se trata de un trabajo de coordinación importante para que las acciones que se deben acometer se realicen de forma adecuada. Es el Grupo de Acción Naval 2, con base en Rota, el que lleva el peso en estas acciones ya que constituye la capacidad específica de proyección del poder naval sobre tierra, lo que supone la aportación fundamental de la Armada a la estrategia conjunta y combinada.
El objetivo era conseguir el desembarco de forma segura de las primeras unidades de la Infantería de Marina en la costa, para que realicen el reconocimiento del terreno y también acoten los lugares en los que se va a ir desplegando la Fuerza en sus diferentes posiciones. El Batallón de Desembarco I y el Batallón de Desembarco Mecanizado se han encargado de esta labor, puesto que el Batallón de Desembarco II hacía del enemigo, con el objetivo de preparar incidencias, es decir problemas y contratiempos a los que se debe hacer frente, como por ejemplo el despliegue de supuestos artefactos explosivos.
Estas maniobras sirven para preparar a las unidades y para que se mejore no solo la coordinación en las acciones sino también el perfeccionamiento en el manejo de vehículos como los 'Pirañas'. Todo ello además haciendo frente a unas condiciones meteorológicas adversas y con el punto de vista fijado en asentar las estrategias y actuaciones ante posibles situaciones y enfrentamientos no solo bélicos, sino también de demostración de fuerza.
Unos terroristas se han hecho con el control de determinadas instalaciones y es necesario el desembarco de fuerzas para recuperar las posiciones y lograr que estos comandos retrasen su posición a una zona controlada. Es la premisa en la que se lleva trabajando desde hace más de una semana por parte de diferentes unidades de la Flota, dentro del ejercicio anfibio Gruflex-61, diseñado para que los buques, la Infantería de Marina y las aeronaves amplíen su nivel de adiestramiento, a través de un escenario ficticio en el que es necesario planear y ejecutar una respuesta a una crisis.
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Para ello se han realizado diferentes acciones como en Cartagena, el mar de Alborán o Baleares, pero ha sido esta madrugada en el campo de El Retín (Barbate), donde se ha procedido a realizar la mayor acción conjunta a través de un desembarco de la fuerza, que se prolongará durante todo el día. Un ejercicio en el que participan entre otros el buque anfibio portaaeronaves 'Juan Carlos I', el buque de asalto anfibio 'Galicia', las fragatas 'Blas de Lezo', 'Numancia' y 'Victoria', los cazaminas 'Segura', 'Sella', 'Turia' y 'Duero', diferentes unidades de la Fuerza de Acción Marítima y alrededor de 1.200 Infantes de Marina del Tercio de Armada. Además de unidades de la Marina portuguesa.
De esta manera, se trata de un trabajo de coordinación importante para que las acciones que se deben acometer se realicen de forma adecuada. Es el Grupo de Acción Naval 2, con base en Rota, el que lleva el peso en estas acciones ya que constituye la capacidad específica de proyección del poder naval sobre tierra, lo que supone la aportación fundamental de la Armada a la estrategia conjunta y combinada.
El objetivo era conseguir el desembarco de forma segura de las primeras unidades de la Infantería de Marina en la costa, para que realicen el reconocimiento del terreno y también acoten los lugares en los que se va a ir desplegando la Fuerza en sus diferentes posiciones. El Batallón de Desembarco I y el Batallón de Desembarco Mecanizado se han encargado de esta labor, puesto que el Batallón de Desembarco II hacía del enemigo, con el objetivo de preparar incidencias, es decir problemas y contratiempos a los que se debe hacer frente, como por ejemplo el despliegue de supuestos artefactos explosivos.
Estas maniobras sirven para preparar a las unidades y para que se mejore no solo la coordinación en las acciones sino también el perfeccionamiento en el manejo de vehículos como los 'Pirañas'. Todo ello además haciendo frente a unas condiciones meteorológicas adversas y con el punto de vista fijado en asentar las estrategias y actuaciones ante posibles situaciones y enfrentamientos no solo bélicos, sino también de demostración de fuerza.